El cazador cazado.
Martin Orozco es un fotógrafo mendocino que hace 3 años comenzó su proyecto 365.
365 consiste en hacer una foto x día.El decidió que esa foto fuesen retratos.
Hace 3 años que todos los días , en el lugar del mundo que se encuentre, Martín le haga un retrato a alguien.
Sus retratados pueden ser personas muy famosas o simples mortales.Es envidiable esa conducta, esa constancia, pase lo que pase el hace su retrato diario.
Gracias a este proyecto se le abrieron posibilidades de trabajo que lo llevaron a viajar mucho.
El otro día estuvo en Buenos Aires y me llamo para que nos veamos. Se vino a casa con Nicolás Trepiana, otro mendocino que hace video y con el que estaban haciendo juntos un trabajo.
Tomamos café y charlamos mucho y en un momento me dice: Donde te hago la foto? Me tomo de sorpresa, no sabía que la intención de su visita era que esta vez fuese yo su foto del día.
Hicimos las fotos y luego nos fuimos los 3 a comer una porción de Pizza al Pin Pum que queda a la vuelta de casa ( ellos venia de una maratón pizzera probando diferentes pizzas de Buenos Aires).
A la noche, ya en la cama recibí una notificación de Instagram que alguien me había etiquetado.
Vi la foto y me encanto, era muy yo y en mi lugar.De fondo estaba el paisaje que veo todos los días cuando salgo al balcón. Pero lo que me emociono y me movilizó mas que la foto fueron las palabras que me dedicó.No solo por los elogios que le gustaron a mi ego, sino porque sentí que me había observado y escuchado y había podido captar mi esencia.
Esa “entrevista previa” disfrazada de charla, charla que se torno muy íntima, charla en la que me sentí muy cómodo, le habían dado al “fotógrafo”la información que necesitaba antes de hacer el simple Click.
Muchas gracias Martín Orozco por tu visita, por la charla, por la fotos y por tus palabras
Transcribo esas palabras aquí en mi Blog y les dejo el link de la publicación de Instagram.
Les sugiero que sigan a este gran fotógrafo argentino.
Proyecto 365.
Tercera temporada.
Día 284. Retrato de Horacio.
A veces la vida te cruza con maestros que se convierten en amigos, y esa forma en que te los cruza puede venir de cualquier lado. Hoy conocí y tuve una de las mejores charlas del proyecto al maestro fotográfico de Horacio Carrano, fotógrafo porteño que ya es una leyenda.
Resulta que lo conozco por amigos en común, compartimos un grupo de WhatsApp pero un día me llama por que le recomendé un casamiento de un gran amigo mío y ahí estuvimos hablando media hora. Hablamos una vez mas y hoy lo fui a visitar a su casa. Fue como si nos conociéramos de toda la vida. Horacio es un tipo transparente, lo que ves es lo que es. Un loco que arranco en la época analógica y mutó rápido a lo digital, siempre actual, pero siempre fiel a su estilo. Un tipo con mil batallas encima, y la mirada mansa y tranquila del que las fue superando. Esa mirada no se puede actuar.
Un ojo fotográfico con una sensibilidad y un timing para captar momentos de otra liga. Y encima charlas dos segundos y te morís de risa.
Esposo enamorado, y padre mas enamorado. Un gran tipo.
Compartimos café que después se convirtió en pizza y cerveza. Antes de irme le pregunté que es la fotografía para el "A mi la fotografía me salvo la vida" fue su respuesta.
Un honor haberte retratado y tenerte en este proyecto Horacio, sos un referente hermano.
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